
Cada noche, como témpanos flotantes, flotan sueños en mi mente.
Van de un lado para el otro, dan vueltas, se quedan quietos...
y poco a poco se van desvaneciendo.
El alba los devora.
Casi desfallecen, casi se evaporan...
El recuerdo los palpaba, pero ellos escapaban.
¿donde empiezan y donde terminan?... ¿donde se convierten en lagunas mansas luego de ser tan solidos... tan reales?.
Van de un lado para el otro, dan vueltas, se quedan quietos...
y poco a poco se van desvaneciendo.
El alba los devora.
Casi desfallecen, casi se evaporan...
El recuerdo los palpaba, pero ellos escapaban.
¿donde empiezan y donde terminan?... ¿donde se convierten en lagunas mansas luego de ser tan solidos... tan reales?.
Renacen mis párpados e intento atraparlos; pero huyen.
¡oh! dulces sueños, donde la fantasía no tiene límite, donde fluyen mis deseos, donde las almas se liberan y se embriagan en su éxtasis...
¡oh! malditos sueños, donde desnudas mis miedos, donde emergen mis temores... y tiemblan mis manos... y crujen mis dientes.
¡oh! malditos sueños, donde desnudas mis miedos, donde emergen mis temores... y tiemblan mis manos... y crujen mis dientes.
Aún así llueven los sueños... llueven sueños rotos , sueños caídos que no se quedan, sueños que son o que se revelan.
Juegan mi destino y me dan indicios, como Nortia implacable o como un truco de la muerte.
Esta noche me fundiré en su aliento que susurra mis oídos, y seré de nuevo un naufrago mas, de los témpanos en mi mente.
KELLY VIANCHA
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